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Medicina China y ciclo menstrual

Este artículo viene cargado de información valiosa y nuevas perspectivas desde la Medicina China Tradicional, una medicina milenaria que propone otras lógicas en relación a la medicina occidental con la cual estamos acostumbradas a tratar(nos).


Más allá de compararlas, queremos enfatizar en la riqueza de complementar saberes que finalmente nos ayudan a cultivar nuestra salud y ciclos menstruales. Para tratar este tema con la responsabilidad que amerita, entrevistamos a dos especialistas en el área: el Médico general y especialista en Medicina China Tradicional, Dr. Juan Francisco Cornejo (Univ. San Francisco de Quito; Pacific College of Health and Science, Chicago, e Institute of Classics in East Asian Medicine), y la artista y terapeuta psicofísica desde la Medicina Oriental (Escuela Neijing), Laura Corral.


¿A qué llamamos Medicina China Tradicional?


La Medicina China Tradicional es una medicina milenaria, originada hace más de 5.000 años y se basa en la filosofía de que las enfermedades o padecimientos vienen a causa de la pérdida del “Qí 氣” (se pronuncia “chi”), esa energía vital que fluye principalmente a través de la sangre.

Es una medicina ecológica, holística e integral: “(...) Está fundada en el el Tao, que es una filosofía que nos habla de lo que sucede en el mundo natural”, nos cuenta Laura, y parte del principio de observar cómo se manifiestan los patrones universales en la naturaleza e identificarlos en el cuerpo humano.


Energía = sangre: la filosofía del yīn yáng 陰 陽


En ambas entrevistas, había un principio que estaba en todo lo que tanto el Dr. Juan Francisco, como Laura, decían: el principio del movimiento. La filosofía de la Medicina Tradicional China habla de un ciclo que se está moviendo en el cuerpo simultáneamente, y que coopera entre sí para que todo funcione”, nos comentaba el Dr. Juan Francisco. Ese movimiento armónico constante, dado principalmente por el flujo de sangre, es yīn yáng.


Seguramente cuando pensamos en yīn yáng se nos viene a la mente el típico símbolo blanco y negro que representa el equilibrio en todo lo que está vivo: y es así. El yīn yáng es esa sinergia, la tendencia natural a la búsqueda de balance. Lo podemos apreciar en el cambio de estaciones en la naturaleza, en las dinámicas del día y la noche, el frío y el calor, etc. Este principio de armonía, aparentemente simple pero a la vez sumamente complejo, es lo que la Medicina China intenta cuidar y cultivar en el organismo humano a través de sus diversas terapias (acupuntura, herbolaria, moxa, terapia de sangrado, ventosas, etc.).


En el caso de las mujeres y personas menstruantes, podemos ver ese yīn yáng en nuestro ciclo menstrual, como nos cuenta Laura: “Según la Medicina China, la energía viaja con la sangre y las mujeres somos tremendamente sanguíneas. Ese yīn yáng lo podemos ver en nuestro cuerpo cíclico de manera muy clara. Hay una fase en la cual el útero se expande y en otra fase se recoge. (...) Es el único órgano que tiene este doble movimiento ascendente y descendente, de contracción y expansión”... como todo en el universo.


En el cuerpo, el Dr. Juan Francisco nos cuenta que desde la Medicina China lo perciben así: En el organismo humano vemos representado el yīn yáng de la siguiente forma: para nosotros, el yīn es todo lo que es estructural y esencial, por ejemplo la sangre, los huesos, el riñón, el hígado, etc., es la tendencia al frío, y en cambio, el yáng es la función; es el fuego, el corazón, el movimiento y flujo constante de sangre que nunca alcanzamos a ver en vivo realmente”.


Partiendo de este principio de frío y calor que busca constantemente equilibrarse, agrega: “Entonces, cuando hay una armonía, ese calor/yáng calienta al frío, y viceversa, el frío/yīn le enfría al calor, le equilibra. El problema surge cuando esas dinámicas empiezan a separarse”. Allí, es cuando aparecen los malestares desde la perspectiva oriental.


La importancia de preservar el calor interno


Al ser mamíferos de sangre caliente, nos cuenta el Dr. Juan Francisco, tendemos al calor. Mensualmente, las mujeres perdemos parte de ese calor en nuestras menstruaciones, y es por eso que estamos propensas a enfriarnos internamente, lo cual acarrea un montón de malestares.


El principio es que hay internamente un equilibrio térmico y que, cuando esas temperaturas se desequilibran, surgen manifestaciones que dependen de cada persona y etapa de vida, pero que pueden verse así: sentir demasiado frío, tener miembros inferiores fríos, estancamiento de sangre (coágulos, dolores insoportables al menstruar), síndrome premenstrual, irritabilidad, acné, exceso de sudoración, especialmente si hay sudoración nocturna, migrañas, palpitaciones, urticaria, etc.; en el caso de las mujeres cuando dan a luz, por ejemplo, no poder dar de lactar, depresión postparto, entre otros.


“Por eso es importante que no naturalicemos menstruaciones dolorosas. Un síndrome premenstrual puede alertarnos de un frío interno, y este mismo se puede manifestar a lo largo de nuestra vida de otras formas, incluso en la menopausia. Por eso en Medicina China buscamos ir a la raíz de ese desequilibrio térmico y, en la consulta, restablecerlo”, nos cuenta el Dr. Juan Francisco.


¿Cómo nos ayuda la Medicina China Tradicional?


Con las diferentes disciplinas de la Medicina China, lo que se logra es “tonificar, calentar y llevar calor a través de la sangre a las partes del cuerpo que lo necesitan, o drenar calor cuando hay excesos”. La idea es que a través de ese calor, movimiento y flujo de sangre, se reequilibre el organismo.


¿Y cuáles son estas terapias o disciplinas? Tanto el Dr. Juan Francisco como Laura, hacen énfasis en que cualquiera que ayude a mover la sangre y la función, entre ellas: la acupuntura, herbolaria, moxa, terapia de sangrado, ventosas, etc., pero también el chi kung, la danza butoh, etc.


Sobre todo, esta medicina nos propone otra forma de entender nuestro bienestar, y aquí compartimos un valioso fragmento de nuestra entrevista con Laura:


“Estamos acostumbradas a ceder muchísimo nuestro poder de decisión al médico, a la sociedad, al sistema. Antes era al cura, ahora al doctor. Realmente es muy fuerte, eso va mermando nuestra capacidad de saber identificar qué necesitamos realmente. Sí, aunque tenga un quiste en el ovario, un mioma… Es tener esa capacidad de ver ¿cómo asumo esto que me está pasando?”


¡Gracias! al Dr. Juan Francisco Cornejo Pinto, y a Laura Corral por compartir con nosotras sus conocimientos y experiencias para este artículo.


Si te interesa tratarte desde la perspectiva de la Medicina China, te recomendamos descubrir sus trabajos y terapias. Actualmente el Dr. Juan Francisco tiene su consultorio en el Centro Médico Meditrópoli y en el Hospital de los Valles (Quito, Ecuador). Laura Corral es profesora y terapeuta, creadora del curso Vida Cíclica en Movimiento, en el que enseña desde la Medicina Oriental y el Chi Kung, principios aplicados al cuidado de la salud sexual y reproductiva de las mujeres.


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Como siempre, recuerda que estamos a un mensaje de distancia.


Un abrazo,

Equipo de OVA.





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