Hay una pregunta que nos han hecho en varias oportunidades, de distintas formas. Muy pocas veces las chicas hablan por sí mismas, pero la duda es recurrente y exactamente igual: ¿La vagina se ensancha por el uso de la copa menstrual?, y si es así, ¿eso significa que mi vagina se quedará estirada?
En OVA queremos ir poco a poco descubriendo todo lo que ocurre en nuestro cuerpo, en nuestro ciclo y en nuestra salud, por eso la gran noticia de este artículo es la siguiente:
la vagina está recubierta por músculos.
Si en nuestro artículo anterior lo importante era reconocer que lo que menstruamos no es la sangre que corre por nuestras venas, sino un tejido llamado endometrio y que se regenera en cada ciclo; en esta oportunidad lo importante es identificar que las paredes de nuestra vagina son músculos.
Mi vagina está recubierta de músculos. Ok. Lo repito como un mantra, pero en mi día a día, ¿qué hago yo con esa información?
¿Qué significa que mi vagina sea un músculo?
EL SUELO PÉLVICO
Hay un conjunto de músculos que envuelven la cavidad de la vagina y su apertura. Es decir, la vagina es la cavidad y lo que está alrededor son los músculos. A este conjunto de músculos lo llamamos piso o suelo pélvico, y su principal función es sostener a nuestros órganos: vejiga, ano, vagina y clítoris.
Un suelo pélvico sano en sus funciones está dando estabilidad a todos estos órganos, y sin ese sostén, literalmente, estos órganos podrían caerse o incluso, como les pasa a muchas personas, podrían salirse de nuestro cuerpo... Pero no lleguemos a los extremos.
AHORA, LA VAGINA
La vagina es un canal que está sostenido por músculos. Estos músculos constantemente se contraen y relajan todo el tiempo; al momento de excitarnos, pero también en las diferentes fases de nuestro ciclo menstrual. La vagina por lo tanto no es algo rígido, ni tampoco algo que se rompe.
Con esta información volvamos a las preguntas iniciales: ¿Mi vagina puede estirarse por el uso de las copas menstruales?
La respuesta es no. Si mi vagina está recubierta de músculos, eso quiere decir que en su estado ideal de tonicidad, va a abrirse y cerrarse sin quedarse “estirada” ni “desgarrada”. Quiere decir que yo puedo tonificarla, haciendo los famosos “ejercicios Kegel” o durante mis relaciones sexuales. De hecho, uno de los beneficios de las copas menstruales es que pueden ayudarnos a conocernos internamente y saber qué músculos podemos relajar y contraer de manera consciente.
Por último, si mi vagina está rodeada de músculos, también quiere decir que si la encuentro “dura”, o en el otro extremo “flácida”, quizás algo con mi suelo pélvico que no ande bien. En ese caso y al tratarse de músculos, mediante ejercicios y acompañada de un especialista (de ser necesario) es algo que volvería a su normalidad.
Si te ha pasado que al hacer esfuerzos como reír, toser o estornudar se te escapa un poco de orina; si te cuesta disfrutar de tus relaciones sexuales sintiendo mucho dolor (tensión del músculo) o en cambio, no sintiendo nada (distensión del músculo), te invitamos a revisar tu suelo pélvico.
Para la mayoría de nosotras, el momento de conocer la existencia del suelo pélvico es cuando se habla del parto vaginal, pero lo cierto es que desconocer su existencia es algo que podría afectarnos en nuestra autoestima, nuestras relaciones, nuestra salud y nuestra adultez.
Este es el primer artículo de nuestra serie “Mi vagina y el suelo pélvico”, para la cual hemos entrevistado a la médico y especialista en suelo pélvico Belén Alvear, quien actualmente trabaja en el Hospital Eugenio Espejo, en Quito. Si quieres más información, te invitamos a ver el 2do artículo de la serie, y el LIVE que heremos con Belén Alvear en instagram el domingo 26 de abril 2020.
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