Hablar sobre nuestras vaginas y vulvas abarca muchísimos temas, más de lo que creemos o nos gustaría. Uno de ellos es nuestra autoestima y la relación que tenemos con nuestro cuerpo y sexualidad.
En este artículo hablaremos de la forma sana de cuidar nuestras vulvas, sí, pero a partir de algo tan aparentemente sencillo nos gustaría reflexionar en torno la “limpieza” vaginal, desde lo estético hasta lo más íntimo. Para tejer esta reflexión nos apoyamos en la conversación que tuvimos con Whitney Rodríguez, comunicadora ecuatoriana y activista en contra del racismo.
EL COLOR DE PIEL DE NUESTRA VULVA
Whitney es negra, orgullosamente negra, pero criarse en un mundo racista hizo que creciera pensando que algo en ella no estaba bien. “Mi mamá me dijo que siempre recordara que los demás esperaban de una persona negra que fuese sucia y oliera mal. Entonces yo tenía que estar siempre limpia, pulcra, así no le dábamos el gusto a nadie de hablar tonterías.” La idea de la pulcritud más adelante se trasladó a su relación con su vulva.
La percepción que las mujeres construimos sobre nuestras vulvas está atravesada por los valores con los que crecemos: culturales, raciales, económicos, etc. Uno de los más arraigados en nuestro contexto es el de la blanquitud, y el otro, el de la higiene.
“La industria del porno y la industria de la medicina nos han vendido una imagen de la vagina que es blanca y seca. Recuerdo que en las ilustraciones de los libros de anatomía del colegio las vulvas eran rosadas, nunca negras, y no se hablaba de la humedad como síntoma de salud. En el porno, tampoco se nos dice que esas vaginas en su mayoría fueron sometidas a procesos de blanqueamiento”.
Cualquier intento por blanquear, física y simbólicamente, nuestra zona más íntima es violentarnos de alguna forma. Está bien ser diferentes. Está bien que nuestros labios internos sean dispares, de hecho, lo más común es que así los tengamos. Está bien que la piel de nuestra entrepierna y vulva sea un tono más oscuro. Dependerá de nuestro tipo de piel, color, y de nuestra herencia, pero lo que queremos transmitir es que una tonalidad de piel no define nuestro ser, ni nuestro valor, y mucho menos nuestro estado de salud.
LA VULVA BONITA ES LA VULVA QUE ESTÁ SANA
Al igual que muchas de nosotras, Whitney creció pensando que su vulva era fea y sucia.
“Yo pensaba que mi vulva era fea porque era negra. Además, con el precedente de la ‘pulcritud’ todo el tiempo me estaba lavando porque me sentía sucia, sentía que los demás me olían y por eso me frotaba directamente con el jabón. Llegó un punto en que me sentía incómoda, mis labios se estaban pegando y mi vulva estaba seca, no lubricaba. Allí decidí ir al ginecólogo y me dijo que mi flora bacteriana estaba afectada, que debía parar de hacer eso. No había nada malo con mi vulva, en cambio era yo la que le estaba haciendo daño.”
El problema con la percepción de la “belleza” vaginal está cuando, al querer cumplir con ese ideal de estética, nos rompemos, nos violentamos, nos cortamos, raspamos, nos exponemos a procesos que arden, que irritan, que duelen, que huelen a quemado y que nos rompen.
Una vagina y vulva sanas son lubricadas, con un ph ácido que evita las infecciones, con vellos para protegerse. En OVA ese es nuestro ideal de vagina bonita, por la cual ninguna de nosotras tendría que sufrir para tener.
CÓMO MANTENER MI VULVA SANA
Habiendo establecido que la belleza no está en un ideal sino en lo que es más saludable para cada una de nosotras, compartimos unos consejos para cuidar el estado de tu vulva en el día a día:
El lavado de tu vulva debe ser en su mayoría con agua. Puedes diluir el jabón y hacer espumita, pero nunca frotarlo directamente con tu vulva. Recuerda que en su estado natural ella está limpiándose a sí misma y lo mejor es no llenarla de químicos externos que la alteren.
Evita las toallas diarias y el sobreuso de tampones. Su cualidad absorbente y ultra absorbente también absorbe los fluidos naturales que tu vagina y vulva necesitan para el equilibrio de su ph.
No uses ropa muy apretada. Esto evita que tu vagina y vulva se aireen, lo que crea un caldo de cultivo para infecciones vaginales.
Usa calzones 100% de algodón o con fibras naturales. El poliéster es prácticamente plástico y no deja que nuestra vulva respire.
Evita las depilaciones totales. Sí, sabemos que hay una batalla en el terreno de la “estética” e “higiene” vaginal, pero en definitiva nuestra vulva y vagina están más protegidas cuando tenemos alguna capa de vello púbico que las protege.
Si no hay necesidad de usar jabones vaginales, no los uses. Hay mujeres, sobretodo en la etapa de la menopausia, que sí necesitan elementos externos que ayuden a lubricar o a suplir los procesos que su cuerpo está dejando de hacer. Pero en el caso de las mujeres que no están en esta etapa y no necesitan hacerlo, lo mejor es no alterar la flora bacteriana vaginal.
Cuida tu alimentación. El exceso de azúcar (alimento para hongos) o la falta de alimentos ricos en proteína y hierro puede debilitar tu ecosistema vaginal y hacerte más propensa a tener infecciones.
Cualquier tipo de penetración, incluso si es un dedo, genera fricción y desgarres leves en nuestra vagina. Por eso después de cada relación sexual lo recomendable es hacer pipí y lavarte con abundante agua.
En caso de tener contacto directo con semen, recuerda que este fluido puede generar cambios en tu ph al entrar en contacto con tu vagina. Lo mejor es hace pipí y lavar la zona después de cada relación sexual.
CÓMO ME AYUDA LA COPA MENSTRUAL A CUIDAR MI VULVA
La decisión de usar la copa menstrual es el inicio de una relación más profunda contigo misma.
Al usar la copa menstrual inevitablemente vas a conocer tus fluidos, ver tu sangre menstrual, darte cuenta que el “mal olor” de la sangre era otro de los tantos mitos que te dijeron, y vas a darle un nuevo significado a la higiene y la salud vaginal.
La flora bacteriana de tu vagina va a dejar de luchar contra los químicos externos que vienen con los tampones y toallas, y en cambio, vas a permitirle a ella y a tu vulva hacer su trabajo de la manera más saludable, más sana y más bella.
¡Gracias por leernos! Todas, incluyéndonos a las chicas que estamos detrás de OVA, hemos crecido con inseguridades y falsos conceptos sobre la higiene y belleza vaginal. De la mano de la información, y juntas, derribemos tabús y mitos.
Abrazos,
Equipo de OVA.
Para este artículo hemos hablado con Whitney Rodríguez, comunicadora ecuatoriana y activista en contra del racismo, y con la ginecóloga ginecóloga Mayra Alvear, quien actualmente trabaja en La Maternidad Isidro Ayora en Quito. Si quieres más información, te invitamos a ver el EN VIVO que hicimos con Mayra Alvear, y el EN VIVO que hicimos con Whitney Rodríguez en nuestro canal de IGTV.
Comments